martes, 10 de enero de 2012

Estábamos solos. La habitación vacía se veía de pronto como un gran galpón en cuyas altas paredes se reflejaban los rayos de luz que entraban por la única ventana pequeña de la pieza.
El silencio se apoderó del cuarto, de nosotros y del momento. Ambos procuramos evitar ese incómodo cruce de miradas tan típico de cuando no sabés que decir. Ya no hay nada que decir. Tampoco nada para hacer. Se terminó el amor. No hay culpables, no hay errores, no hay nada, sólo se terminó. Los dos lo sabíamos, desde hace mucho, pero ninguno se atrevía siquiera a mencionarlo. Sabíamos que era el fin, que todo había terminado. Fue entonces cuando un simple adiós bastó para ponerle fin a años de relación. La puerta se cerró. Por varios minutos miré la puerta sin asimilar lo que estaba pasando. Quizás inconscientemente esperaba que  la puerta se abriera,  que volvieras, que esos últimos meses no hubiesen sucedido. Que todo haya sido una especie de esos sueños extraños de los que no podés salir. Pero no. La puerta no se abrió, vos no entraste, y eso definitivamente no era un sueño. Por el contrario era totalmente real.
De pronto un vacío se apoderó de mi. Sin mucho más que hacer empecé a analizar, cada acción, cada palabra, cada momento, intentando encontrar el punto de quiebre de todo. Y mi mente viaja, choca, se da contra un inmenso muro que parece acecharme,  encerrarme, encadenarme, y estoy ahí, pirando intentando buscar más señales, algo que cambie lo que pienso. Como somos eh.. parece que disfrutamos del dolor, y por eso revolvemos más y más, como buscando la manera de sentirnos más patéticos cada momento...

jueves, 5 de enero de 2012

Me siento abrumada. Me abruma el poder de la rutina. De pronto en mi mundo hasta cagar se volvió rutina. Dedico mis horas a escribir comandas, y es lo más cerca de la literatura que he estado estos últimos días. También me molesta este mundo "exclusivo" al que me estoy "acercando". Gente con mucha plata que abusa del poder, intereses, gente desagradable con bata caminando por la piscina, intereses, "amistades" fortunas, excesos, música ochentera remixada, tragos, intereses, fiestas exclusivas, dólares, mierda, mucha mierda..